miércoles, 20 de abril de 2016

Lo que bien empieza, mal acaba

El pasado domingo 17 de abril nacía la iniciativa Pinta Malasaña con el fin de llenar este pintoresco barrio del mejor arte urbano. Para nuestra desgracia ya no podremos disfrutar de ello pues ese mismo día una ola de vandalismo acabó con todas las obras.


El periódico Somos Malasaña y la asociación Madrid Street Art Project se aliaron tiempo atrás con el objetivo de hacer de este barrio una galería de arte al aire libre. Convocaron a todos aquellos artistas urbanos que quisieran hacer de los cierres, puertas y cristales un lienzo, y de la calle su galería. Recibieron más de 800 solicitudes de todos los rincones del mundo, aunque los pesos pesados procedía del interior de nuestras fronteras. Ante tantas solicitudes, el proyecto tuvo que acotarse a 100 artistas que dispondrían de 100 comercios, cedidos de forma totalmente desinteresada por sus dueños, para plasmar su obra e inundar Malasaña de arte. La iniciativa consiguió el patrocinio de Mahou, muy involucrado en el apoyo a la creación artística en la capital, y de la marca de pintura urbana Liquitex, que proveería a todos los artistas del material que precisasen ese día. También contó con el apoyo de la asociación de vecinos ACIBU, la Junta Municipal de Distrito Centro y las asociaciones de comerciantes Asociación de Hosteleros Malasaña y Vive Malasaña. 

Al fin llegó el ansiado domingo que nos precede y cientos de personas acudieron a Malasaña a observar el proceso de creación de estos poco renombrados artistas. La organización había previsto también ceder tres premios a las mejores obras que serían cuidadosamente seleccionadas por el jurado, compuesto por Goyo Villasevil, (Galería Swinton & Grant), Irene Calvo (Ah Magazine) e Ivan Cicchetti (Expositivo). Doce horas tuvieron los artistas para hacer de la calle su lienzo, hubo incluso quienes quisieron aprovechar los bolardos. La ilustradora madrileña Chincheta recibió el primer premio por su obra de estilo naïve realizada en el bar Remember de la Calle Velarde; y todo a pesar de que tuvo que adaptar su obra proyectada para superficie lisa a un cierre metálico de superficie curva. El segundo premio se lo llevó a casa el artista mexicano Argeo Mondragón, más conocido como SER0, quien quiso plasmar la lucha entre uno mismo y el mundo imaginario a través de dos galgos que pelearían hasta la muerte en las rejas de la Greek Shop de Corredera. Por último, Alejandro Ontiveros fue premiado por su bolardo, en el cual plasmó la importancia de los momentos de soledad situando a un pequeño hombre en la cumbre de una torre de círculos concéntricos. 

La obra ganadora del premio ¡Pinta Malasaña! 2016
La obra ganadora realizada por Chincheta.
El arte, el color, la imaginación y el interés por esta urbana corriente artística inundaban las principales calles de Malasaña. Sin embargo, poco duró este bonito sueño pues en menos de 24 horas todas las obras fueron destrozadas por una ola de grafiteros vandalistas. Los culpables querían reivindicar el grafiti como realidad subversiva, que a su modo de ver debe estar fuera de la legalidad y mucho menos recibir contraprestación económica. El líder del boicot masivo consiguió que más de una veintena de locales quedasen destrozados tapando sus obras con la firma "RU" acompañada del número 16. La indignación de los comerciantes ha sido mayúscula y supera con creces la de los propios artistas. Algunos han accedido a recrear la obra pero esta iniciativa artística seguirá estando desdibujada.

SER0 y sus galgos enfrentados | P. TARO
SER0 en plena creación de su obra.
Cierto es que el arte urbano es un arte efímero, y que en esta fugacidad reside gran parte de su valor, pero es una lástima que ni siquiera los artistas se respeten entre ellos. Ya está bastante castigado este poco reconocido arte. Y si esto es así es precisamente porque gente como aquellos que llevaron a cabo el boicot manchan el arte en su propio nombre. Pinta Malasaña sólo buscaba servir de escaparate a jóvenes artistas, que cada vez lo tienen más difícil para hacerse un hueco en el panorama nacional; sólo quería ejercer de mecenas y, ya de paso, dar un giro a las calles de este tan concurrido barrio. Ahora los galgos no pelean, la lucha entre el hombre y el mundo imaginario que él crea para luchar contra su propio ser queda sumida en una oscura capa. La imaginación es la madre del arte, introduce color en nuestros grises y lucha por salir de nuestro cuerpo para que la expresión, nuestro verdadero ser, sea libre. ¿Cómo vamos a promover la iniciativa artística y el interés por la creación en nuestro país si los propios creadores pisan toda buena intención? La situación del arte en nuestro país, y en general a nivel mundial, no es precisamente para tirar cohetes. No se puede pretender impulsar la iniciativa creadora si algunos artistas arrancan los pequeños motores de su débil nave. Quien siembra vientos, recoge tempestades; y si seguimos así el arte urbano pronto quedará condenado a la categoría de "vandalismo". Ahora sólo queda tener esperanza en que no desaparezca la buena fe de quienes luchan por el arte. 

Una de las obras boicoteadas.


Fuentes:
http://www.abc.es/espana/madrid/abci-lider-grafitero-danar-20-tiendas-malasana-24-horas-201604192318_noticia.html
http://www.huffingtonpost.es/2016/04/20/arte-urbano-malasana_n_9728320.html
http://www.somosmalasana.com/pinta-malasana/

lunes, 11 de abril de 2016

La nueva movida

Quien crea que la movida madrileña terminó con el final de la década de los 80 está muy equivocado. Sigue viva. Si algún día murió, ha resucitado. Desde luego, no tiene el mismo alcance ni magnitud que su predecesora pero, sin duda, ahí está. Era evidente que este momento llegaría. Era inevitable que entre todos aquellos que somos hijos de quienes vivieron ese momento, muchos sintiésemos envidia y quisiéramos formar parte de ese recuerdo. Como ya dije en un post anterior: "Somos hijos de la movida", "sentimos nostalgia de aquello que no hemos vivido". Pues bien, ahora podemos vivirlo.

El epicentro de esta "nueva movida madrileña" se encuentra en el barrio de Malasaña, más concretamente en la Calle Velarde. Allí podemos encontrarnos con "el Johny" (dueño y puerta del bar Nueva Visión), con María y Susana (dos mujeres chinas que se pasean con un carrito vendiendo cerveza), pero también con todos aquellos que disfrutamos viviendo este momento, todos hijos de quienes ya lo vivieron. La Vía Láctea es, sin duda, el templo de este movimiento. Sin embargo son muchísimos los lugares de reunión en este barrio por la amplia variedad de "garitos" que ofrece. Los hay para todos los gustos y expectativas. Encontramos discotecas como OchoyMedio o la Wurlitzer, pubs más actualizados como el Oceans y, para los más valientes que desean viajar en el tiempo La Vía Láctea y Nueva Visión. La noche madrileña "alternativa" a las macrodiscotecas y al reggaeton no sólo se encuentra en este barrio ya que destacan salas como Gruta 77, Sol, El Sótano y otras muchas que logran mantener vivo el espíritu de aquellos años. 

Cartel de La Vía Láctea (el mismo que hace 30 años)
Nueva Visión (si llevas un tatuaje de Los Ramones o de Bowie te invitarán a un chupito)
Pero no nos centremos sólo en los bares. La nueva movida, al igual que su madre, es un movimiento cultural y, si bien muchos se animan a cotillear qué se cuece en estas calles, son quienes le damos vida los que mantenemos vivo ese sentimiento. Estos jóvenes desean el cambio, quieren quejarse, quieren pasarlo bien, quieren resucitar una etapa que sin duda fue beneficiosa tanto para Madrid como para España. No les gusta lo que ven y desean hacer algo. Este deseo de resucitar un momento pasado ha sido muy beneficioso para el panorama musical de nuestro país puesto que son muchos los grupos que han nacido en estos años siendo causa y consecuencia de la nueva movida. Vuelven el garage-rock, los sonidos retro, las letras surrealistas, los aullidos, etc. Todo vuelve. Es imposible que el que acostumbre a frecuentar Velarde no conozca a The Parrots, Trajano!, Los Nastys, Las Hinds o Novedades Carminha entre otros, aunque sólo sea por verles cada viernes tomando algo en alguno de los bares de esta calle.

Trajano!
The Parrots (Larry, Alex y Diego)

La que considero nueva movida no se limita a la noche madrileña. Durante el día la gente se pasea por este barrio y descansa en sus terrazas, que se llenan hasta en el día más frío del año. Posee una gran oferta cultural pues podemos encontrar las mejores tiendas de ropa de segunda mano de Madrid, los bares esconden exposiciones de jóvenes talentos, las plazas se llenan de música y bullicio y podemos encontrar el mejor arte callejero con tan solo levantar los pies del suelo. Y a pesar de todo, durante el día podría parecer un tranquilo barrio de la capital.


Es cierto que a nivel de movimiento artístico no ha sido tan explosivo como acostumbró a ser, lo que no quita que haya cientos de jóvenes artistas en Madrid de todas las disciplinas deseando hacerse un pequeño hueco. Sin embargo, sí podríamos clasificar este fenómeno de movimiento cultural. ¿Y a que se debe este resurgir de las cenizas? Dos explicaciones son posibles y estás completamente interrelacionadas. Por una parte, todos estos jóvenes se encuentran en la franja de edad de entre unos 18 y 30 años. Esto significa que los padres de todos ellos vivieron la mítica movida madrileña. Por tanto, al igual que cuando vemos una película donde el desenfreno ni cabe y sentimos unas incontrolables ganas de unirnos a él, lo mismo nos ocurre cuando escuchamos hablar a nuestros padres de esos maravillosos años. Siempre añaden la advertencia de "muchos se quedaron en el camino", "la movida trajo muchas cosas buenas pero también muchas cosas malas". Pero somos jóvenes y eso nos da igual. Por otro lado, como mencioné en el post anterior, la movida nació cuando España había ya conseguido salir del franquismo y los jóvenes por fin podían expresarse sin miedo. Fue tal la opresión que se vivió en esos años, sobre todo en cuanto a libertad de expresión (ya sea hablando de la censura como de la baja actividad creativa que existía), que la gente no quiso contenerse y estalló un "boom" de libertad, de arte, de diversión. La gente no quería estar de brazos cruzados sino actuar. Todos los días Madrid se llenaba de exposiciones, conciertos, performances, manifestaciones, etc. Actualmente, la situación que se vive en España no es para estar muy contento y los jóvenes, inconformistas por naturaleza, son principalmente los que desean acabar con esta situación o, en su defecto, huir de ella. Es por ello que pienso que ya no sólo era cuestión de tiempo que los días de la movida regresaran a Madrid sino que ha sido una consecuencia inmediata de la situación actual del país.

Cada noche Malasaña se llena con su gente, tan asidua que llega a sentirse como un pueblo. Paseas por Velarde y la gente se saluda, hablan en la calle cubiertos por la humareda de tanto cigarro, la gente se aglomera delante de la puerta de la Vía Láctea, todos se paran a hablar con "el Johny" y a escuchar sus sabias palabras. Este personaje ya antes mencionado es la clara prueba de que la movida ha vuelto. Basta con mirarle a los ojos para vislumbrar su emoción ante tanto "discípulo".  

No sé que será pero algo tendrá ese sentimiento de pertenecer a una era que lo hace tan adictivo; a los hechos me remito. 

Corredera de San Pablo un viernes por la noche.


domingo, 3 de abril de 2016

Aquel 9 de febrero de 1980




Un antes y un después en la historia de nuestro país. La movida madrileña supuso una revolución cultural y social en Madrid y acabó por extenderse en toda España. Todos hemos oído las cosas horribles que pasaron en estos años: "Mucha gente se quedó por el camino", "todos nos drogábamos", etc. Pero no es con eso con lo que quiero que os quedéis. Gracias a este movimiento somos como somos ahora. Somos todos herederos de la movida. Somos hijos de la movida.

La movida madrileña fue un movimiento contracultural y, sin embargo, artístico social que nació a mediados de los 70 en Madrid. Tras la dictadura de Franco, eran muchos los que ansiaban expresarse libremente, sin miedo a la represión. Al ser muchos también los artistas que confluían en la capital en aquellos años, la explosión era inevitable. Todo comenzó el 9 de febrero de 1980 con el concierto homenaje a Canito (José Enrique Cano Leal), batería de Tos fallecido en la nochevieja del 79 en un accidente de tráfico. Esa noche pasaron por el escenario Alaska y los Pegamoides, Tos, Los Rebeldes, Mario Tenia, Los Solitarios y Nacha Pop, entre otros. Sin embargo, se considera momento cumbre el Concierto de Primavera organizado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. Más de 15.000 personas acudieron aquel 23 de mayo de 1981 a la Universidad Politécnica para presenciar un acontecimiento histórico. Farenheit 451, Alaska y los Pegamoides, Los Secretos, Nacha Pop, Flash Statro, Tótem y Los Modelos fueron algunos de los grupos que participaron en este festival de ocho horas. Todos estos grupos musicales pertenecían a la Nueva Ola y sonaban diariamente en Onda 2. 

Cartel del Concierto de Primavera de 1981
Alaska y los Pegamoides

Pronto se expandió al resto de la península. En todas las ciudades se respiraba el ambiente de rebeldía y arte. Así, España se convirtió en un país vanguardista y, por fin, descolgado de la dictadura franquista. Con el objetivo de promover esta imagen del país, muchos partidos políticos, socialistas en su mayoría, apoyaron y subvencionaron este movimiento (muchas veces sin tan siquiera entenderlo). En ese momento, el alcalde de Madrid era Enrique Tierno Galván, a quien todos conocemos por ser aquel que dijo: "Rockeros, quien no esté colocao, que se coloque y al loro". Tierno Galván había estudiado profundamente la cultura marginal juvenil desde un punto de vista sociológico, como podemos leer en su ensayo El miedo a la razón, y quiso abrir nuestro país a la modernidad. 

Enrique Tierno Galván, el "alcalde presidente"
A través de salas de conciertos como MM y el Rock-Ola, reuniones privadas, fiestas e inauguraciones de exposiciones de arte, la movida se expandió. Se conforma una escena artística multidisciplinar gracias a músicos, pintores, fotógrafos, cineastas y diletantes cuyas referencias iban desde Picasso a Sara Montiel, combinándolas con Warhol, John Waters, el punk y The Rocky Horror Picture Show. Todos ellos contribuyeron a que Madrid se convirtiera en una ciudad de referencia.

La principal manifestación de la movida era la musical, con grupos como Los Zombis, Parálisis Permanente, Kaka Deluxe y Los Secretos. Sin embargo, como ya antes he mencionado, la gente se dedicaba al arte por diversión y recreación, y casi todos los artistas se caracterizaban más por rebosar ideas transgresoras que por su técnica. Es por ello que todas las disciplinas artísticas se fusionaban y, así, podías ver a Alaska actuando en una película de Pedro Almodóvar, a quien podríamos ver actuar en su dúo Almodóvar & Mcnamara, quien llenaba con sus obras las pequeñas galerías de Madrid.
Hablar de todos aquellos artistas que revolucionaron la escena cultural de Madrid, padres del arte y la cultura de hoy, requeriría varias entradas. Sin embargo, no terminaré ésta sin mencionar a grandes como Alberto García-Alix, Ouka Leele, Guillermo Pérez- Villalta, Miguel Trillo y otros muchos. 

Tiparraca Parisienne, Fabio Macnamara.
Alaska, Eva Siva y Carmen Maura en "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón", de Pedro Almodóvar
  
Todos somos descendientes de la  movida y muchos abrazamos su legado artístico, al menos todos los que nos reunimos cada fin de semana en la Calle Velarde. Bendito 9 de febrero de 1980. Aquel día empezó el cambio, estalló el arte.



Fuentes: 
http://lamovidamadrid80.blogspot.com.es/2015/03/la-movida-madrilena-parte-1.html
http://letamina.com/cursos-de-musica/la-movida-madrilena/
http://tourlamovidamadrid.blogspot.com.es/p/historia-de-la-movida.html